La Nomenclatura del color de Werner: ¿Qué es y para qué sirve?

Antes de empezar con la explicación sobre la nomenclatura del color de Werner, es necesario saber qué es una nomenclatura del color y para qué sirve.

¿Qué es la nomenclatura del color y para qué sirve?

La nomenclatura del color se basa en un conjunto de principios que aseguran una denominación clara y distintiva de los colores. El uso de un sistema de nomenclatura es esencial para identificar y designar los colores de manera precisa.

El objetivo de una nomenclatura del color, es el de organizar miles y miles de colores diferentes en un grupo más reducido de familias, como por ejemplo la familia de los amarillos, la familia de los verdes, la familia de los azules etc. La nomenclatura del color designa nombres a los colores y juega un papel muy importante en el reconocimiento y el recuerdo de los mismos.

Como la denominación de los colores varía según la cultura, se ha hecho necesario establecer con el tiempo normas estandarizadas que permitan reconocer un color a nivel mundial, y por ello han surgido sistemas como el Munsell, el cual se ha tomado de base para desarrollar sistemas más modernos que permiten eliminar cualquier tipo de ambigüedad al momento de trabajar con un color determinado.

Habiendo definido qué es una nomenclatura del color y para qué sirve, vamos a ver a continuación los fundamentos y las características de la Nomenclatura del color de Werner.

LA NOMENCLATURA DEL COLOR DE WERNER

Una de las primeras publicaciones que se realizó de una nomenclatura del color, fue en 1814 por el mineralogista alemán Abraham Werner, y que 7 años después en 1821 fue completada e ilustrada por el pintor escoces Patrick Syme.

Esta nomenclatura era la referencia consultada por los artistas y los científicos de la época, por ejemplo Charles Darwin utilizó esta nomenclatura durante sus viajes para identificar los colores en la naturaleza.

Hoy en día la Nomenclatura de Werner sigue siendo una referencia histórica en cuanto a nomenclatura del color, y se ha convertido en un documento de consulta y estudio para muchos artistas e investigadores.

De hecho en el año 2018 un diseñador de datos con base en Chicago creó un sitio web interactivo en honor a la nomenclatura de Werner.

PRIMERA VERSIÓN DEL AÑO 1814

La primera versión de la nomenclatura de Werner, es decir la publicada en 1814, consistía en una recopilación de 110 colores que podían encontrarse en la naturaleza, en estado mineral. No incluía las muestras de color, estas serían incluidas en 1821 por Patrick Syme gracias a las descripciones realizadas por Werner.

SEGUNDA VERSIÓN DEL AÑO 1821

La segunda versión publicada por el pintor floral Patrick Syme en 1821, completó la nomenclatura añadiendo las muestras de color, y ejemplos del reino animal y el reino vegetal.

FUNDAMENTOS DE LA NOMENCLATURA

A finales del siglo XVIII Werner se percató de la necesidad de contar con un esquema de color estandarizado al que la ciencia pudiera recurrir para describir con precisión los colores del entorno, y terminar con la confusión en los nombres de los colores, que se daban de forma indiscriminada. Fue así como surgió la idea de realizar una nomenclatura del color. Cabe precisar que esta nomenclatura del color estuvo pensada especialmente para ciertas ramas de la ciencia como: zoología, botánica, mineralogía, química y anatomía, pero los artistas de la época también la tomaron como referencia.

¿Cómo organizó Werner su nomenclatura?

Werner se dedicó a describir la composición de los 110 colores más presentes en la naturaleza, clasificándolos en 10 familias: la familia de los blancos, grises, negros, azules, purpuras, verdes, amarillos, naranjas, rojos y marrones; empezando por el blanco puro o Snow White y finalizando con el color marrón negruzco o “Blackish Brown”.

El sistema de Werner se efectuaba por simple inspección ocular, lo primero que hacía era comparar un color con los colores principales, y por discriminación, determinar si pertenecía a la familia de los verdes, amarillos, rojos etc.

Por ejemplo si el color en si pertenecía a la familia de los verdes, el paso siguiente sería decidir a cuál de las variedades de verde podría ser referido dicho color: si era un verde manzana por la presencia de blanco grisáceo, o si se trataba de un verde hierba por la presencia de amarillo limón.

Visto el proceso que utilizaba Werner, nos podemos hacer una idea de lo laborioso que fue diseñar esta primera nomenclatura del color.

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Si quieres saber:

Cuáles fueron los datos incluidos en la nomenclatura de Werner.
¿Por qué la nomenclatura de Werner no era la mejor opción para reproducir los colores?
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Liz Castellar

Colorista de Artes Aplicadas & Visuales

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