El Contraste del Color: Los 7 Tipos Esenciales para el Diseño y el Arte

Última actualización: 9 de Septiembre de 2024

Ejemplo de contrastes de color: tonalidad, claro-oscuro, cálido-frío, complementarios y más. Muestra cómo diferentes contrastes afectan la percepción visual en arte y diseño.

Ilustración que ejemplifica varios tipos de contrastes de color, como tonalidad, claro-oscuro, cálido-frío y complementarios

Hoy estudiaremos uno de los conceptos fundamentales en la teoría del color: el contraste.

Johannes Itten identificó siete contrastantes de colores, una clasificación que ha demostrado ser excepcionalmente completa y ha servido de base para numerosos estudios posteriores. Estos contrastes se basan en teorías previas de destacados científicos y artistas como Newton, Goethe, Bezold, Chevreul y Hölzel. La clasificación de Itten no solo profundiza en cómo interactúan los colores, sino que también ofrece una herramienta esencial para artistas, diseñadores y cualquier persona interesada en el uso efectivo del color.

¿Qué es el contraste?

Según la RAE, el contraste es “la oposición, contraposición o diferencia notable que existe entre personas o cosas”. En términos de color, el contraste se refiere a la diferencia entre dos o más colores. Este concepto nos permite determinar si un color es más intenso, oscuro, cálido o frío en comparación con otro. 

En el diseño, el contraste de colores juega un papel crucial al ayudar a los diseñadores a alcanzar sus objetivos y transmitir mensajes específicos a su audiencia. El contraste puede provocar diversas reacciones, jerarquizar áreas clave dentro de una ilustración, captar la atención del espectador e incluso advertir sobre un peligro.


Los 7 contrastes de color

  1. CONTRASTE DE TONALIDAD

Este contraste ocurre entre colores puros y luminosos, como los que se encuentran en el círculo cromático. El contraste más marcado se produce con los tres colores primarios: amarillo, azul y rojo. A medida que se pierde la pureza del color, como en los colores secundarios y terciarios, el contraste se vuelve menos intenso.

El fondo también juega un papel crucial; un fondo blanco suaviza los colores, mientras que un fondo negro los potencia, haciendo que los colores parezcan más luminosos. 

Ejemplo de contraste de tonalidad, mostrando franjas de colores puros y secundarios, así como sobre fondos blanco y negro para ilustrar cómo el fondo influye en la percepción del contraste.


2. CONTRASTE CLARO-OSCURO

También conocido como contraste de luminosidad, se basa en la diferencia de claridad entre colores. Los colores pierden luminosidad al añadirles negro y ganan claridad al añadirles blanco. Cuanto mayor sea la diferencia de luminosidad, mayor será el contraste obtenido. En pintura, este contraste es utilizado frecuentemente, como en la etapa azul de Picasso.

Existen dos tipos de contraste claro-oscuro:

  1. Acromático: formado por negro, blanco y diferentes matices de gris.

  2. Cromático: formado por un color que se aclara u oscurece a medida que adicionamos blanco o negro.

En el círculo cromático, el color más luminoso es el amarillo, con una puntuación de 9, mientras que el violeta, con solo 3 puntos, es el menos luminoso.

Ilustración del contraste claro-oscuro acromático y cromático, y de la luminosidad del amarillo y el violeta.


3. CONTRASTE CÁLIDO-FRÍO

Este contraste se basa en la temperatura del color, contraponiendo colores cálidos con fríos. Itten identifica los colores terciarios, como el rojo-anaranjado y el azul-verdoso, como los que ofrecen el mayor contraste cálido-frío. Este contraste es relevante en la decoración de interiores, ya que los colores azulados ralentizan la circulación sanguínea, induciendo una sensación de frío, mientras que los rojos-anaranjados la aceleran, aumentando la sensación de calor.

La percepción de la temperatura de un color es relativa y puede variar según los colores que se combinen.

Representación del contraste de temperatura entre colores cálidos y fríos.


4. CONTRASTE DE COMPLEMENTARIOS

Este contraste se da entre colores opuestos en el círculo cromático, como el amarillo y violeta, azul y naranja, o rojo y verde. Los colores complementarios se intensifican mutuamente, creando un contraste fuerte y llamativo. Al mezclar dos colores complementarios, generalmente se obtiene un gris oscuro si ambos tienen el mismo grado de luminosidad. De lo contrario, el resultado será un tono más oscuro del color más claro entre ellos.

Imagen del contraste complementario, donde colores opuestos en el círculo cromático se realzan mutuamente, generando un contraste llamativo.


5. CONTRASTE SIMULTÁNEO

Este contraste es uno de los más complejos de entender, pero también es crucial en el diseño de interiores, especialmente en espacios comerciales.

Más que un contraste, es un fenómeno que ocurre cuando el ojo, al observar un color, busca su complementario. Si no lo encuentra, lo genera de manera automática en otra superficie.

Así:

  • Al mirar una superficie amarilla, el ojo buscará el violeta, su color complementario. Si no lo encuentra, lo recreará en una superficie cercana.

  • De igual manera, al observar una superficie roja, el ojo buscará el verde y, si no lo encuentra, lo generará en otra área.

Ejemplo del contraste simultáneo, que muestra cómo el ojo percibe y busca el color complementario al observar un color específico, creando una ilusión óptica.

Este efecto óptico explica por qué las batas en los quirófanos son verdes. Al fijar la vista en la sangre durante mucho tiempo, el color verde ayuda a equilibrar la percepción y el confort visual.

Como mencioné anteriormente, este contraste es esencial en el diseño y la decoración de interiores, especialmente en entornos comerciales como tiendas de ropa y peluquerías.

Por ejemplo, en una tienda de ropa blanca, utilizar un color azul-verdoso en las paredes podría hacer que la ropa blanca parezca de un tono blanco roto. En cambio, ese mismo color en una carnicería podría realzar el color rojo de la carne, haciéndola parecer más fresca.

Ejemplo del impacto del color en diferentes entornos: cómo un color azul-verdoso en una tienda de ropa blanca puede cambiar la percepción de la ropa y cómo el mismo color puede realzar el color rojo de la carne en una carnicería, haciéndola parecer más fresca.


6. CONTRASTE DE CUALIDAD

Este contraste se produce entre colores saturados y luminosos frente a otros más apagados. A diferencia del contraste claro-oscuro, donde la diferencia es más pronunciada, el contraste de cualidad es más sutil y gradual. Este tipo de contraste es excelente para crear ambientes acogedores y sofisticados en la decoración de interiores.

Ejemplo del contraste de cualidad, que destaca la diferencia gradual entre colores saturados y luminosos y aquellos más apagados.


7. CONTRASTE DE CANTIDAD

El contraste de cantidad se refiere a la proporción entre dos o más colores en una composición. Para lograr un equilibrio, es esencial determinar la proporción adecuada para cada color según su luminosidad y expresión. Por ejemplo, en una proporción ½ entre amarillo y violeta, el amarillo dominará, a menos que ese sea el efecto deseado. Una proporción de ¼: tres partes de violeta por una de amarillo puede equilibrar el contraste.

La proporción en las composiciones expresivas es altamente subjetiva, ya que varía según lo que cada artista o diseñador desea comunicar.

Ejemplo del contraste de cantidad, que demuestra cómo la proporción de colores en una composición impacta su equilibrio visual.

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A continuación, te comparto más recursos para que sigas aprendiendo sobre Teoría y Psicología del Color.

Liz Castellar

Colorista de Artes Aplicadas & Visuales


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